Abuelas y abuelos versión 2.0
Padre Hugo Tagle @HugoTagle
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Padre Hugo Tagle
El Papa Francisco instituyó el último domingo de julio el Día de los Abuelos, por la proximidad a la fiesta de san Joaquín y santa Ana, padres de María y abuelos de Jesús, fiesta que celebramos hoy.
Las mayores expectativas y mejor calidad de vida regalan más años, salud y con ello, la oportunidad para los abuelos de participar más activamente de la vida del clan familiar. Ya se habla de la cuarta edad, para el segmento de los mayores de 85-95 años. No sólo los abuelos participan más de la vida social, sino que son pieza clave en muchas familias, regalando tiempo, cuidado, soporte afectivo y no pocas veces material.
La civilidad de una persona se mide por el trato a los niños y mayores de su entorno. Dime cómo los tratas y te diré cómo eres. Son un factor de educación en sociabilidad para los jóvenes y niños, quienes aprenden a través de ellos a bajar los niveles de ansiedad, a moderarse y conversar civilizadamente. Nos hace bien un contacto regular con gente mayor: nos recuerda a donde vamos y permite apreciar la vida desde una perspectiva más profunda y serena.
Por fuerza, asistimos a una revaloración de la tercera edad. El punto es que les demos, como sociedad, un espacio afectivo y efectivo. Por de pronto, muchos pueden seguir ofreciendo sus conocimientos a través de cursos, ayudantías o grupos de reflexión. En muchos países se han implementado trabajos de tiempo parcial para la tercera edad, aprovechando su tiempo y evitando así el ocio o soledad. La actividad despierta la mente, además de permitir mayor sociabilidad. Pienso en supermercados, cafés o tiendas en que ellos y ellas pueden asumir responsabilidades y relacionarse con otros. Lo mismo en el área de la educación. Muchos mayores ofrecen una enorme variedad de cursos, aprovechando sus conocimientos y experiencia.
El Papa Francisco, en un mensaje a los abuelos y abuelas, les recuerda que tienen tres misiones en la construcción de un mundo más feliz: sus sueños, su memoria y su oración. “La cercanía del Señor -dice el Papa- dará la fuerza para emprender un nuevo camino incluso a los más frágiles de entre nosotros, por los caminos de los sueños, de la memoria y de la oración”.
En efecto, ellos son custodios de la memoria, alientan a vivir nuevos sueños y, caminando ya la última parte del camino, gozan de una mayor cercanía al paso a la otra vida. Aliento a los mayores a tener una más profunda vida de oración y diálogo con Dios, para que el encuentro con Él no sea con un extraño, sino con un amigo a quien se ha esperado toda la vida.